Buscando un buen entretenimiento. {Helen, Gemelosha*-*}

La castaña llevaba toda la mañana sin saber algún noticia sobre su hermana, la última vez que la había visto había sido en la conclusión del desayuno y aquello no la hacía demasiada gracia. Su hermana era todo para ella, no podía pasar menos de un segundo sin ella y aquello sacaba a relucir el mal carácter de Bella. Odiaba las cosas muggles, pero en aquellos momentos miró su muñeca, en la cual se encontraba su reloj, un objeto de coleccionista que su madre le había regalado antes de morir. La castaña se encontraba caminando hacía el baño de mujeres, lugar en el que había quedado con Helen, ambas estaban planeando de nuevo uno de sus planes malvados y aquella idea hacía sonreír maliciosamente a la joven, la cual se encontraba pasando por la puerta del servicio. Su mirada vago de un lado a otro hasta comprobar que estaba sola o al menos eso creía ella, notó como un susurro se colaba en su mente, giró bruscamente su cabeza y fulminó con la mirada a dos alumnas de Hufflepuff que se encontraban allí.- ¿Que miráis? Vamos no tengo todo el día para que os vayáis. -La castaña se atuso su melena víctima de su victoria sobre aquellas alumnas y se apoyo en frente de unos de los lavabos mientras esperaba la llegada de su hermana.

Miles de pensamientos revoloteaban por la mente de la castaña en aquellos momentos, hacía bastante días que no veía a su hermano pequeño y aquello la volvía a preocupar, si Bella podría ser todo lo egoísta y manipuladora que fuera, pero era demasiado sobreprotectora, tanto con su hermano como con su gemela. Y por otro lado no podía quitarse de la cabeza a Alexander, la castaña sabía perfectamente que su hermano no lo aceptaba y que nunca lo iba a aceptar pero aún así no podía quitárselo de la cabeza. Bella suspiró fuerte pero profundamente mientras daba media vuelta sobre sí misma y apoyaba sus manos en el lavabo observando su reflejo en el espejo.

Los minutos seguían pasando y su hermana no aparecía, "¿y si la ha pasado algo? Que la va a pasar Isabella, está en el castillo es imposible que algo la pase." La mente de la joven daba demasiadas vueltas para su parecer, alzo la vista de nuevo y se contempló en el espejo mientras notó como la puerta del baño empezaba a abrirse muy lentamente, miró a través del espejo y observó como su hermana entraba por la puerta. - ¿Donde has estado toda la mañana? Me tenías preocupada Helen.-La castaña siguió mirando a su hermana a través del cristal mientras sus labios formaban una perfecta y tímida sonrisa, Bella sabía perfectamente que era imposible enfadarse con su gemela.

Esa mañana prácticamente escapo de el desayuno. Había tenido un sueño esa noche, con sus padres, los había visto claramente y había sentido un abrazo tan real que el despertarse en su habitación de Hogwarts, con pleno conocimiento de que ellos no volverían le dolió, le dolió mucho. Ademas, eso solo hacia que se sintiera peor, y estúpida por extrañarlos, aunque estuviera mal el solo hecho de pensarlo.

Salió a los jardines para relajarse un poco, esperando no encontrarse con nadie, mas no duro mucho tiempo allá afuera, pues comenzó a hacer frio y no llevaba abrigo, así que luego de soltar su cabello para que le abrigara un poco el cuello, volvió al castillo.

Cuando apenas entro, encontró a su hermano menor, a quien había estado ayudando para que saliera con una chica de Hufflepuff, Helen era sobreprotectora pero tenía una casi exagerada debilidad por sus hermanos, y era capaz de hacer lo que sea por ellos, por eso, ambos se apoyaron en la pared y charlaron un rato sobre aquella chica a la que la castaña estuvo vigilando últimamente. Sin darse cuenta la mañana se fue en ello y pronto se hizo tarde para encontrarse con Bella, era raro que estuvieran separadas tantas horas y sobre todo cuando tenían una maldad en manos, habían planeado una de las suyas y no podía ni quería retrasarlo. Se despidió rápidamente de James y corrió hacia el baño de chicas, su lugar de encuentro.

Entro algo bruscamente pues no supo parar, gracias a la velocidad que iba. Sonrió a su hermana atraves del espejo y saludo cordialmente – Hola Bella – la sorprendió un poco el que ni siquiera la saludara pero justifico aquello a su preocupación – Estaba con James, cariño. No tienes por qué preocuparte, es tu hermano, no un maleante- rió ante esto, y supo que su gemela ya no estaba tan enojada como había querido aparentar en primera instancia.

Bella observó en el más profundo de los silencios a su gemela mientras está le daba una de sus "calurosas bienvenidas. La castaña adoraba el hecho de que su hermana hubiera heredado el mismo carácter de ella, eran tan iguales, que siempre tenía la sensación de que hablaba con ella misma y no solo por el simple hecho de que ambas son gemelas. - Hola querida, te estaba esperando, como has podido comprobar.-La castaña enarco una ceja algo divertida mientras empezaba a mover sus pies lentamente hasta acercarse a su gemela y abrazarla levemente para después acabar dándola un pequeño beso en la mejilla, como su mítico saludo. - No lo entiendo, tú siempre consigues encontrarte con él, hace que no le veo bastantes días. -Aquello logró sacar un amplío y fuerte suspiro de los labios de la joven, la cual se había separado escasos segundos después de su hermana y había vuelto a dirigirse hacía los lavabos, logrando sentarse encima de ellos.

Después de unos minutos, de silencio absoluto, en los cuales la castaña aprovecho para atusarse su melena y colocarla hacía un lado, alzó la vista de nuevo y esbozó una irónica sonrisa a su hermana. - Bien, ¿has localizado a nuestra víctima de esta semana? Obviamente, tenemos que hacer alguna de las nuestras, hace bastante que no hago una visita al aula de castigos y eso me tiene bastante preocupada. -La mirada de Isabella vago hacía sus uñas contemplándolas durante unos segundos mientras memorizaba los posibles alumnos que podrían ser su diversión aquella noche.

La castaña juguetea con los mechones de su cabellera castaña mientras movía lentamente y levemente sus piernas en el aire, esperando alguna respuesta o algún movimiento por parte de su hermana. - Necesito emociones fuertes cielo. ¿Te vino alguien? ¿Quizás algún noble y dulce tejón? ¿O algún león? -Los ojos de Bella radiaban felicidad al ver como su plan se estaba formando y estaba tomando cierta consistencia. Esbozó de nuevo una sonrisa a su hermana, esta con cierto tono malevólo y devolvió la mirada a su gemela.