Solo...¿o acompañado? [Priv. Juliette][+18]

Cerré la puerta al entrar de un portazo, saqué de mi túnica un paquete de tabaco y me llevé un cigarrillo a los labios y lo encendía, a la vez que cerraba los ojos, inspirando aquel humo. Hoy era uno de esos días en el que prefería estar sólo. Me quedé muy quieto dejando de que el humo se instalase en mis pulmones... Dirán lo que quisiese sobre que fumar mata y que pudre los pulmones, pero sentaba genial, fenomenal, sin duda, de puta madre, sobre todo si estás nervioso o estresado. Pero en realidad sabía que era malo y que Annette no soportaba verme con un cigarrillo, pero no podía evitarlo, aquello ya era un vicio casi irreparable.

Pasé mis ojos por la clase abandonada, sin saber muy bien lo que hacer allí, habían sido mis pasos los que me habían guiado hasta un lugar alejado de Hogwarts, yo ni siquiera me había planteado venir aquí hasta que ya estaba delante de la puerta. Me paseé por las filas de pupitres y me asomé un poco por las ventanas, observando los jardines y a aquellos alumnos que salían a pasear por ahí..."Patéticos" pensé para mí. Sabía que si algún prefecto o profesor me encontraba allí podría meterme en un lío, sobre todo si me veían con el tabaco, pero en realidad me importaba poco, bueno, poco no, nada.

Al final me senté en la silla del profesor observando aquella aula con aire ausente, sonreí con algo de cinismo, a la vez que apoyaba los pies encima de la mesa, cogí el cigarrillo entre mis dedos apoyando la mano que lo sujetaba sobre mi rodilla, sonriendo-. Esto sí que es vida-pensé en voz alta, mientras dejaba escapar por los labios parte del humo, antes de llevármelo a los labios de nuevo.

'Idiota sangre sucia...' Pense al ver las tonterias que hacian los hijos de muggles, no entendia el porque se metieron en nuestro mundo cuando ellos tienen el suyo.Tras agitar mi varita y hacer levitar a uno de primero, un Hufflepuff sangre sucia que se atrevio a alzarme la voz.Este empezo a dar gritos y a llamar a profesores, en lo jardines que idiota..pero habia prefectos por alli, asi que al ver que se acercaban, deje de hacer levitar al sangre sucia, y sali corriendo, suerte que el sangre sucia ni me conocia, era nuevo, ni sabia mi casa ni nada, no podria culparme de algo que no hice.

Al llegar al colegio corri por los pasillos, mirancia hacia atras, mierda un prefecto me seguir, y ademas de Hufflepuff..Corri y corri por los pasillos y escaleras, hasta llegar frente aulas donde una al azar abri su puerta y entre cerrando tras de mi -Malditos sangre sucia, me las pagaran-Seria me apoye de espalda a la puerta vieja de madera y respirando, del cansacio de corer por el castillo.Una peste a humo llego a mi nariz, toda la sala estaba inundada de humo, mire por todos lados, pero solo veia nubes de humo y..¿un chico?, estaba sentado en la mesa del profesor, muy comodo el, me fije bien, ¿Ian?, si era el-¿Ian?-Segui recuperando mi respiracion, mi tunica me agobiaba, me la quite y la deje en un pupitre dejando ver que bajo la tunica no llevaba mi uniforme, si no ropa de calle, muy linda y ajustada, como toda mi ropa, vaqueros y una camiseta de mangas largas pero de escote de pico, estaba monisima, como siempre.

Alcé una ceja, al darme cuenta de que abrían la puerta y alguien entraba, dejándose caer sobre la puerta "Joder, debí cerrar la puerta con magia" pensé en ese momento, pero simplemente no había caído antes. Tiré el cigarro al suelo por si era un profesor o prefecto, o Annette, no sabía que era peor e intenté disipar el humo en un intento tonto y estúpido, porque prácticamente la habitación estaba llena de humo.

Escuché lo que decía de los sangre sucia y simplemente forcé una pequeña sonrisa, "Falsa alarma" pensé, mirando al pobre cigarrillo sacrificado pero ya quedaba poco para consumirse, así que apenas le eché cuenta, pensé en sacar otro cigarrillo, pero ya había demasiado humo en la habitación. Sonreí al escuchar mi nombre, e incliné la cabeza.

-Me llamo-anuncié, sonriendo, incorporándome un poco mientras observaba a mi acompañante, la reconocía, y su túnica azul me gritaba su nombre-. Juliette, ¿qué haces aquí? ¿Metiéndote en líos contra sangre sucias? ¿Qué han hecho esta vez esos estúpidos?-le pregunté, mientras la miraba de arriba a bajo cuando se quitaba la túnica, admirándola en silencio.

Me levanté mientras me estiraba, caminando hacia la ventana para que el humo se disipara un poco, por si entraba algún prefecto o algo así, de Juliette me esperaba cualquier cosa. Pasé mi vista por los terrenos, comprobando que todo fuera bien por los jardines, aunque vi a un alumno llorando, no le eché importancia-. ¿Te siguen?-le pregunté, mirándola.

La peste a humo cundia en la habitación de tal forma que si fuera niebla no se veria nada, no habria visibilidad.Afirmó ser quien yo decia, y es que mi vista jamas me fallaba.El chico intento hacer desaparecer el humo, patetico intento si asi no lo consiguió.Me pregunto qeu si me seguian, que que habian hecho los asquerosos sangre sucia, lo mise aun con mi gesto serio-Un asqueroso sangre sucia se a atrevido a levantarme la voz, bueno mejor dicho me dirigio sus palabras, asi que yo digamos que le enseñe quien manda aqui y un asqueroso prefecto sangre sucia me seguia para llevarme a la dirección, asquerosos..-Le respondi a sus preguntas.Luego parandome a pensar, ¿que hacia el alli?no dude un segundo en que esa pregunta saliera de mi boca-¿Y tu?¿Que haces aqui?-.

Camine entre los pupitres viejos, dejando mi tunica en uno de ellos, y al llegar a uno de los mas cercanos al chico junto a la ventana, ne sente en el, mirando al chico.Vi como abrio la ventana para que aunque fuera solo un poco de humo saliera, sonlte una pequeña carcajada y sin didar mirandolo-Tardarás dias con la ventana abierta en que esta peste a humo salga...-Lo mire.Saque mi varita de mi bolsillo trasero de mis jeans ajustados y de un gesto con mi varita una rafaga de aire templado inundo la sala y saliendo por la ventana salio todo el humo con su peste, sonrei victoriosa de lado y dando una vuelta a mi varita entre mis dedos la guarde en mi bota alta.

Escuché lo que me decía de los sangre sucia... Algunos eran terriblemente estúpidos e inútiles y odiaba estar emparentados con ellos, odiaba esa estúpida sangre muggle que corría por mis venas por parte de mi padre. Me pasé la lengua por los labios, no que te recordaran que eras un simple sangre mestiza, que tu madre acabase la pureza y el prestigio de la sangre de los Nanette...No, no era bonito.

No pude evitar sonreír al escuchar su risa, una risa preciosa, como ella. Pero si solamente se lo insinuara se pondría vanidosa y más fría de lo normal, no para nada era una VanDerVoort. Observé que agitaba su varita, haciendo que el humo se escapase por al ventana. La miré, pareciendo algo disgustado.

-¿Tan desagradable es? No sé, a mí me gusta-le comenté, pasándome la lengua por los labios, cogiendo el cigarro que antes había dejado caer al suelo al notar que la puerta se abría, tirándolo por la ventana desde varios pupitres atrás-. Sería bueno jugando al Quiddich, ¿verdad?-bromeé, sonriendo, luego cogí la silla del pupitre en el que ella estaba sentada, girándola y sentándome en ella, poniendo el respaldo sobre mi estómago, apoyando los brazos en él, mientras alzaba la vista mirándola a los ojos.

-¿Yo? Bueno, no estoy de humor de soportar a nadie, ni sangre sucia, ni pura, ni Gryffindor ni Hufflepuff ni Slytherin, así que vine aquí para desestresarme... Pero supongo que contigo pueda hacer una excepción, al menos, mientras ese prefecto sangre sucia te esté buscando-dije, forzando una sonrisa, a la vez que movía levemente mi varita apuntando a la puerta, cerrándola con magia por si el prefecto se le ocurriese mirar aquí-. Ya está, al menos que salgas no te cogerán-le anuncié, colocando mi varita en el bolsillo trasero de mis pantalones, mientras recostaba mi barbilla contra los brazos, mirándola a los ojos.

¿Desagradable?¿El olor a tabajo?Era mas que eso, lo veia algo repulsivo, que te echaba para atras en un chico, si te pasaba como a mi, que odiabas el tabaco, aquel invento mata ratas muggle.Asi que mi respuesta de un SI rotundo lo deje por una carcajada obvia.-Si, podrias ser bueno en Quidditch..solo por lanzar un asqueroso cigarrillo por la ventana-Rei ironica, por un cigarrillo, jugador..que bobada.

Mire su gesto, cerro la puerta con magia, asi que estaba alli encerrada, escondida de un asqueroso sangre sucia.Me puse en pie levantandome de mi asiento en el pupitre y me dirigi a la vieja puerta de madera mugrienta, cual estaba cerrada con magia.Mire por un corte que habia, que me permitia mirar al exterior, y pude observar, aquel prefecto aun me buscaba y el enano sangre sucia le daba indicaciones, le decia que fue una ravenclaw rubia-Maldito sangre sucia...cuando lo pille lo matare y lo devolvere a su mundo en pedacitos...-Di un pequeño golpe a la pared, estaba muy furiosa, malditos sangre sucias..

Suspire por no gritar y me dirigi a la mesa del profesor donde me apoyé en la pizarra, volteandome a ella, cogi una tiza y escribie mi nombre completoJuliette Adelinne Van Der Voort.Quede apoyada mientras escibia en la pizarra-Maldita sea, estoy de los nervios por el sangre sucia ese..toda tensa...maldito sea!-De mi puño cerrado salieron cachitos de tiza cuales habia roto apretando mi puño.

Ignoré su comentario, la verdad es que me daba un poco igual lo que dijera, los VanDerVoort no me preocupaban, bueno, en realidad sólo había una a la que me daba un poco de respeto: Jacqueline, y sólo por ser profesora de la materia que peor se me daba, pociones. Vi como se levantaba y se acercaba a la puerta para ver si seguían allí. Aprovechando que me daba la espalada, la observé detenidamente, de arriba a bajo, sin poder evitarlo, de mis labios salió una sonrisa, sin poderlo evitar, que instintivamente desapareció tras ella darse la vuelta.

Escuché lo que decía y asentí con la cabeza, como diciéndole que aquello sería lo correcto, lo más recomendable... La verdad, ¿por qué no? Podría ayudarla... "Annette" me avisó una voz dentro de mi cabeza, me pasé la lengua por los labios, "mierda...", bueno, de todas formas, no iba a impedir que Juliette se forjara una venganza... Se lo merecía.

Observé que escribía su nombre en la pizarra y que rompía la tiza, de manera impasible -. No te pongas a su altura, VanDerVoort, te estarás igualando con ellos, y eso no es bueno, lo sabes-le recordé mientras me pasaba la lengua por los labios, siguiendo estando sentado en la silla, estaba cabreada y más me valía estar algo separado de ella si no quería morir entre terribles sufrimientos... Bueno, en eso había exagerado mucho bastante.

Ian tenia razón, no debia rebajarme a tan bajo nivel, de los sangre sucia, que no valian ni una gota de sangre de elfo doméstico.Y pensando en elfos domésticos¿donde estaba el mio?¿que estaria haciendo que no era ayudarme a quitarme e esos de encima?Seguro que comiendo, el muy glotón..se llevaria un buen castigo de palos de acero..

Me volteé dejando las tiras rotas sobre el borrador y mire al chico, al principio con una sonrisa bastante forzada, pero luego se iba haciendo menos forzada que al principio.Me deje caer sentada en la mesa de profesorado, cual por cierto estaba muy sucia y al darme cuenta me levante-Que asco, esta mesa esta asquerosa, que sucios y que mal limpian aqui los elfos...-Dije para mi misma, pero en voz alta que el chico también se enterara.

Camine entre pupitres haciendo zigzag entre ellas, alguna que otra vez pegandole una patada al pupitre, cuales ni se movian de lo pesadas que eran.Hasta que junto un par de pupitres antes de llegar al chico tropece con un clavo del suelo y a tropezones caí encima de Ian, por supuesto sin quererlo-Oops lo siento..tropecé-Dije mirandolo aun encima, malditos clavos de los suelos de madera...

Me pasé la mano por el pelo mientras veía que se sentaba en la mesa del profesor, que por supuesto, llevaría sin limpiar mucho tiempo, demasiado. No pude evitar sonreír al ver que se levantaba, con cara de asco al notar toda la suciedad-. VanDerVoort, estamos en un aula abandonada, no deberíamos estar aquí, por lo que creo que no deben limpiarla a menudo-comenté, tan normal, podría haber puesto en esa frase algo de ironía, pero no lo hice. ¿Por qué? Los VanDerVoort era una de las familias sangre pura de las más respetadas del mundo mágico, no era idiota, no me llevaría mal con ella si pudiera evitarlo...

Observé que caminaba en zigzag entre los pupitres, desvié la vista, desinteresado de lo que hacía, hasta que la noté encima de mí. Abrí mucho los ojos, agarrándola para que no se cayera al suelo, no me lo había esperado para nada. Podría haberla cogido de cualquier parte del cuerpo, pero mis manos me traicionaron y la agarraron por el trasero, escuché lo que me decía, mientras me incorporaba, incorporándola a ella a la vez, poniendo los ojos en blanco-. Ya...-susurré, aún agarrándola muy cerca de ella

-Si querías algo, VanDerVoort, sólo tenías que decírmelo...-dije, con una sonrisa cínica en los labios, mirándola a los ojos, mientras soltaba su trasero-. ¿Te caerás otra vez si te suelto?-le pregunté, sonriendo, los VanDerVoort siempre me habían parecido demasiado estirados, sólo Juliette se libraba de esos malos genes de su familia...

'¡Eh!Manos fuera de mi trasero, se mira pero no se toca'pensé, pero no lo dije, mis labios estaban ocupados siendo mordidos por mis dientes a la vez que mi vista se posaba en el rostro del chico, especialemnte primero en sus ojos y luego en sus labios.Tras oir sus palabras bufe con sarcasmo-Si quisiera algo abria acudido a mejores..-roleé los ojos de nuevo incorporandome.

Observe como quitaba las manos de mi trasero y enarqué una ceja-¿Te gusta lo que tocas Lemacks?-dije divertida al negar a su ultima pregunta de que si me soltaba me volveria a caer.

Me puse en pie para luego sentarme en sus piernas sonriendo y terminar mi primera frase-Abria acudido a mejores, pero te elegi a ti..- Aceque mi rostro al suyo mordiendome el labio inferior para luego acariciar con mis labios los suyos sonriendo, y al hacer como una especie de intento para besarle me pise en pie separandome sonriendo, dejando las ganas entre ambos de un beso.

"Bastante", claro que me gustaba lo que tocaba, no era imbécil (aunque Cristian lo pensara) sabía que Juliette era una chica preciosa, y con un cuerpo de infarto, no había que negarlo...pero tampoco decírselo. El ego se le subiría demasiado, no había cosa peor que una chica con ego... no, sí lo había: una VanDerVoort con el ego demasiado alto.

La miré con una sonrisa al notar que se sentaba sobre mis piernas, la miré a los ojos, sin dejar de sonreír, mientras escuchaba cómo acababa su primera frase. Mis ojos pasaron de los suyos a sus labios, ¿quería besarla? Me moría de ganas, y aún más cuando noté como acariciaba mis labios con los suyos... Iba a besarla, lo tenía claro, seguía mirándola a los ojos. Luego se levantó, dejándome con las ganas...

Tragué saliva, mirándola, al menos esperaba no ser yo el único que se quedara con las ganas. No, no debía de serlo. Miré a Juliette, con una sonrisa, haciéndome algo el sorprendido mientras me ponía en pie-. ¿A mí...? ¿y por qué eso, VanDerVoort?-le pregunté, con una sonrisa mientras me acercaba a ella, quedando su rostro a pocos centímetros del mío. Pero no, no la iba a besar, eso sería...sucumbir a sus encantos, podría resistirme un poco más...o eso pensaba.