Alguien me enseña a volar? [Libre]

Acababa de llegar al campo de quiditch, esa mañana, en el gran comedor, había escuchado a unas compañeras comentar que un profesor examinaría a los de sexto de vuelo, me parecía algo extraño, pues eso solía ser en primero, pero supuse que quizás no tenían equipo o algo de eso, el caso es, que yo era una negada para eso de la escoba, me encantaban los deportes, pero yo necesitaba tener algo más que un palo debajo, para poder sentirme segura.

En primero, cuando dimos la clase de vuelo, hice el mayor ridículo de la historia. El tema ese de subir la escoba, cogerla y esas cosas, no es que me costase, lo que en realidad me costaba era mantenerme sobre ella. ¿Que a qué me refiero? Pues a que yo subía en la escoba y esta obviamente volaba, el problema venía, en que cuando empezaba a subir, no sabía hacerla parar y si por alguna razón lo conseguía, me desequilibraba por ir tensa, la escoba se volvía loca, y acababa espetada en cualquier lugar con alguna rotura de huesos. En mis seis años en Hogwarts, nunca visité tanto a la enfermera como aquella semana, hasta que la profesora dijo que era imposible enseñarme y me dejó librar sus clases, prometiendo que aprendería al menos a volar, por mi cuenta.

El caso es que habían pasado los años y yo las escobas solo las utilizaba para barrer, hasta hoy, que aprovechando una hora libre en la que ni tenía clases ni había entrenamientos, me metí en el campo, y cogiendo del armario de préstamos, toda la equipación de protección (que no era mucha) me vestí como Rambo y salí al campo. Me coloqué en una esquina encima de la escoba y dije. -A volar! -Pero nada, aquello no se movía, ni si quiera sabía como hacerlo, y tras varios intentos, opté por la opción desesperada, subí a las gradas y me coloqué en el borde que había tras la barandilla, con intención de saltar. -O vuelo o me mato... -Pensé en voz alta sin ver que fuese una gran idea.

Off: Con permisoooooooo~!! ^^


Ataviada con el uniforme de entrenamiento de la casa de Hogwarts, Julien había salido del castillo con intención de dirigirse al campo de Qidditch. Recientemente se había alistado como cazadora del equipo, lo cual llevaba pensando casi cinco años de su vida, casi desde el ingreso a la escuela. Esperaba llegar a los 16 mientras se pensaba si debía o no, alistarse en el equipo... Y lo había hecho.

La joven caminaba rauda, con su escoba en la mano, a través de los jardines circundantes al castillo. No esperaba encontrar nadie en el capo, por las horas, pues era entre clases, y no había entrenamientos. Pero para su sorpresa había una joven de cabellos morenos subida en las gradas, con la escoba entre las piernas. Eso después de haber intentado hacer que la escoba se elevara, intento nulo. Escuchó la voz de la joven mientras se acercaba más a ella y ladeó la cabeza. Carraspeó para llamar su atención.

-Nop. No te lo recomiendo, la verdad -sentenció esperando que la joven no saltara- El resultado más probable sería el segundo, y no creo que sea agradable... -añadió rascándose el cogote.

Observó a la joven en silencio, quizá esperando un respuesta por parte de ella. O quizá no, era imposible saber lo que la joven buscaba mirando la expresión de su rostro. Simplemente sonreía, serena, como si la situación en realidad no tuviera mucha importancia. No porque no valorara el acto de la joven, más bien, porque no esperaba que tras oír sus palabras ella saltara.

-Soy Julien. Un placer ¿que haces aquí? -se presentó y preguntó, sin rodeos, como siempre, tan abierta y predispuesta ha hablar como siempre.

Justo en el momento en que decidía si saltar o permanecer a salvo, escuché un carraspeo y giré la cabeza, una chica con el uniforme de mi casa, estaba a mis espaldas mirándome extrañada... normal... cualquiera que me viese hablando sola y pensando si saltar a unos 6 metros de altura, pensaría que estaba loca. Estaba claro que el estadio nunca estaría vacío.

Saqué la escoba de entre mis piernas y miré a la chica sentándome en la barra. -Pues... venía a volar? -Dije dudosa, seguro que no lo comprendería. -No sabía desde el suelo e iba a probar desde las alturas, ya estaba un poco desquiciada. -Reí mirando a aquella chica que ahora seguramente estuviese pensando que era estúpida. -Soy Nadine. -Comenté levantandome. -Me comentaron que nos examinarían este año y creo que va siendo hora de aprender... podría decirse que es mi asignatura pendiente. -Sonreí avergonzada. -Venías a entrenar? Si molesto me voy ya ee que no creo que hoy consiga nada.

Estaba situada tres escalones por encima de la chica que intentaba volar saltando de la gradería. Sonreía. Observó a la chica, analizándola. Se sentó en la gradería sin apartar la vista y asintió al escuchar su nombre y la explicación. Seguía sonriendo, sin decir nada, esperando a que acabara de hablar. Le preguntó a ella, si iba a entrenar. Ladeó la cabeza y se encogió de hombros. Emitió un sonoro "hmm" antes de contestar.

-No exactamente, solo venía a volar, me ayuda a pensar cuando tengo demasiadas cosas en la cabeza, me relaja. Pero hablar con otros también me ayuda, así que no molestas. -sentenció ampliando su sonrisa- ¿Así que no sabes volar? -preguntó curiosa- ¿Es porque te da miedo o algo así? ¿Te sientes insegura sobre la escoba? -preguntó de nuevo.

Era algo normal. Aunque no para Juls. Para ella volar sobre la escoba era algo natural, como acababa de afirmar, la relajaba. Era un sentimiento agradable, la liberaba. Eso era. Se sentía libre mientras volaba y eso era lo que más le agradaba. Debía ayudar a esa chica a aprender a volar para que así pudiera disfrutar de ese sentimiento también. ¿O no?

-¿Quieres ayuda o algo así? -aventuró, esperando una afirmativa por parte de su acompañante.

Sonreí tras escucharla, parecía agradable. -Pues.... No... no mucho... vaya que la escoba hace lo que le sale del palo. -Reí y miré la escoba que tenía entre mis manos. -No si miedo no me da, es más me gustan los deportes de riesgo y todo eso, es solo que mi equilibrio es muy mejorable... no es que me sienta muy segura sentada en un palo a 15metros de altura, sabiendo que en cualquier momento puedo perder el equilibrio y caer de nuevo. -Comenté, y dije de nuevo pues porque como ya he mencionado antes, me había caído en varias ocasiones y la verdad es que no era muy agradable, más bien doloroso e incómodo. -Creo que soy un caso perdido -Finalicé

Aquella chica de pelo castaño rojizo me ofreció su ayuda y por un segundo se me iluminó la cara. -De verdad? Si pretendes ayudarme has de tener una gran paciencia, no se me da bien y soy totalmente franca... creo que antes aprendería un chimpancé. -Torcí el gesto alzando las cejas al tiempo que me levantaba, esperando que no se echase para atrás, volar debía ser genial, sentir el aire, el peligro, la adrenalina, esa sensación de poder hacer lo que quieres en cualquier momento.... Una verdadera lástima que solo pudiese imaginar esas sensaciones. -No quiero ser una molestia Julien

Se había levantando tras la última sentencia que había ofrecido a la joven que se alzaba frente a ella, escoba en mano, descendía los peldaños hasta situarse a su altura, mientras escuchaba, atenta, lo que la otra tenía que decir. Porque tras sus preguntas, la otra le contestaba dando información que precisaba si se disponía a enseñarle a volar. Le hizo gracia el primer comentario, y soltó una risilla fina, no muy exagerada, corta, pero melódica.

Exspuso, la otra, sus preocupaciones sobre la escoba. Juls asentía con parsimonia, situada ya junto a Nadine. Era francamente lógico. Estar suspendido en el aire sentada sobre un palo no era muy acogedor, ni tranquilizante. Pero ahí recaía en quid de la cuestión.

-Es eso, supongo. Que no te sientes segura, te tensas, te pones nerviosa y no te concentras en mantenerte en el aire, y en moverte con soltura -sentenció Julien- Es un problema. Porque si vas con el prejuicio de que no te sientes segura, entonces te pones nerviosa, y al ver que las cosas salen mal, aun más. Por eso, aunque parezca complicado debes permanecer calmada -explicó.

Había observado el rostro de la joven al ofrecerle su ayuda. Una sonrisa amplia se había instalado en el rostro de Julien y la mantenía en aquel momento. Las palabras de Nadine sobre ella misma eran duras. Julien pensó, que quizá era una chica inconformista, de esas que luchan hasta el final y perseveran hasta conseguir algo, pero estaba claro que quizá se equivocaba por completo... Sin embargo, aquel juicio sobre la joven hacía que sintiera un cierto agrado por ella.

-No serás ninguna molestia. Además, soy realmente muy paciente -expuso, sin perder el aire simpático que la rodeaba.

Escuché atenta lo que aquella chica decía y todo tenía sentido. El problema era que las escobas, directamente me desobedecían, es decir, no volaban, en ocasiones pensaba que incluso eran ellas quienes tenían miedo de mi, y no al revés... aunque miedo precidamente no era lo que sentía. No conseguir algo, me motivaba a intentarlo de 1000 formas diferentes hasta lograrlo... Sólo había que ver que me había subido incluso a las gradas para conseguirlo. Yo soy una persona muy constante y con bastante orgullo, aunque las cosas que logro o intento, son principalmente para demostrarme a mi misma de lo que soy capaz, no para lucirme ante otros.

-Tienes algún truco para no estar tensa? Porque miedo no me da, pero eso no me hace olvidar que si consigo despegar mis pies del suelo, dependo completamente de un palo. -Reí, como ella había dicho antes, lo que yo sentía era inseguridad.

Escuché como dijo que no sería una molestia. -Entonces acepto tu ayuda, aunque no te frustres si no obtenemos resultados, hasta la profesora se negó a que siguiese en las clases. -Reí por lo bajo. -Yo hago puenting sin cuerda desde la escoba. -Bromeé, pues era normal verme caer, nunca había conseguido permanecer en el aire con el control de la escoba más de dos minutos, y por lo general eran dos minutos en completa inmovilidad, aunque pareciese increíble.

Me coloqué correctamente las coderas y demás protectores y caminé hacia las escaleras que bajaban al campo. -Estás en el equipo entonces?

Off: Perdón por el retraso, ando de exámenes S:

Su joven acompañante le preguntó sobre algún truco. Algún truco que ella usara para olvidar que dependía de tan solo un palo. Julien se encogió de hombros momentaneamente. Un movimiento fugaz y miró a la chica.

-Pues no sé. Supongo que no pensar en ello. Simplemente concentrarme en otra cosa. Pensar en la libertad que el vuelo me ofrece, en lo bien que me siento -sentenció. No la estaba ayudando mucho en ese sentido, o eso creía Juls, pero realmente no solía pensar en nada cuando volaba, usualmente estaba pensando en el partido, así que no tenía tiempo de preocuparse por si volaba sobre un simple palo.

Finalmente Nadine aceptó su ayuda e hizo un comentario que provocó en ella una mueca de desagrado ¿Que tipo de profesor tiraba la toalla con sus alumnos? Despreciable. Eso creía Julien. Sin embargo olvidó el hecho anterior al escuchar la broma de Nadine y rió junto con ella.

La joven se ajustó bien las coderas y demás "armaduras" que se había puesto y empezó a caminar hacia las escaleras que descendían a la arena. Julien la siguió y escuchó la pregunta de la chica.

-Sí, cazadora -sentenció- Me costó algo decidirme, si soy sincera, y aun no sé si voy a ser realmente útil. -dijo riendo, para quitarle importancia al asunto.

Reí. -No puedo vaciar mi mente pensando en algo que no conozco... la única libertad que he conseguido con una escoba es la que separa el pequeño espacio de tiempo entre que empiezo a volar y aparezco en San Mungo. -Bromeé alzando los hombros. Por lo general no me costaba no pensar en nada y solo descansar, el problema e que normalmente cuando lo hacía, mi vida no corría peligro.

Escuché que era cazadora. -Oh... vaya, tiene que ser difícil... que más puestos te gustaban? -Pregunté al llegar a la arena y poder girar para encararme con ella frente a frente. -Seguro que eres buena, se nota que te gusta. -Comenté, hasta el momento, había ido a ver una media de 10 partidos por curso, por lo que las reglas y todo eso lo comprendía bastante bien. -A mi me gustan mucho los bateadores, pero con mi equilibrio, eso de separar las manos del palo no lo veo demasiado. -Reí. Esa chica parecía maja, al fin y al cabo me había ofrecido su ayuda sin ni si quiera conocerme.

[Off: Tranquila, yo estoy igual]