Dasayunando **Hye**

**Hoy me había levantado más temprano de lo normal. El motivo: como siempre me había despertado así de repente, bañada en sudor y casi temblando. Ya empezaba a dudar que las pesadillas fuera el verdadero motivo de que me despertara así sin más, ya que nunca recordaba que era lo que sucedía en ese supuesto sueño. Ya empezaba a pensar que el verdadero motivo de aquello era mi maldita enfermedad, aquella enfermedad que poco a poco parecía que me estaba quitando la vida. Cada vez tenía más problemas, me mareaba muy a menudo y ahora para colmo me despertaba en mitad de la noche bañada en sudor y con temblores.
Todo había empezado como un juego. Una simple tontería de una niña pequeña que quiere dar una lección a su padre, pero todo esto se me había escapado de las manos, ahora era incapaz de controlarlo. Cada vez que comía algo rápidamente me iba al baño para expulsarlo inmediatamente, no dejaba que pasase tan si quiera media hora, no permitía que los nutrientes llegasen a mi organismo, y para colmo me estaba destrozando la garganta de tanto forzarla, incluso a veces había llegado a toser y a escupir sangre. La verdad es que estaba bastante preocupada por ello, pero ¿qué podía hacer? No podía pedirle ayuda a nadie, pues nadie lo sabía, además tampoco quería que nadie lo supiera, ya que lo único que harían sería agobiarme y no conseguir nada en absoluto. Para colmo un nuevo enemigo había aparecido en mi vida: el chocolate. Amaba ese dulce por encima de todas las cosas, me pasaba la vida comiéndolo, pero cuando terminaba de hacerlo me sentía realmente culpable y tenía que expulsar, como todo lo que ingería, hasta un simple zumo de naranja.
Ladeé mi cabeza a un lado y a otro intentando sacar todos aquellos pensamientos de mi cabeza, pues no hacían otra cosa que atormentarme más de lo que estaba. Vivía con el miedo de que un día me pasara algo y nadie se enterar y vivía con el miedo también de que alguien se enterase de mi enfermedad.
Me levanté de la cama y me vestí, la verdad es que no tenía muchas ganas de estar en Hogwarts, me sentía realmente mal y no quería que nadie me viese en este estado. Cuando estuve lista bajé a mi sala común, la cual se encontraba vacía, seguramente aún todos andaban durmiendo, algo que me venía como anillo al dedo, ya que así nadie se enteraría de mi escapadita a Hogsmeade, pues allí era donde iba a ir para escapar del castillo.
No me costó mucho llegar hasta allí, puesto que conocía bien el pasadizo secreto que te llevaba sin pérdida ninguna hasta ese lugar.
Cuando llegué a Hogsmeade pensé en ir a la casa de los gritos, pero antes de que pudiera emprender el camino noté como mi estómago rugía pidiendo el desayuno. Suspiré y me encaminé hacía Las Tres Escobas, sabiendo que todo lo que comiera ahora lo iba a expulsar cinco minutos después. Entré en la taberna con la cabeza agachada, sin fijarme en nadie, como si fuera un alma en pena. Me acerqué hasta la barra y miré a la camarera** Una tostada, un vaso de leche y algo de chocolate **Le pedí mirándole**

**Seguía allí sentada, concentrada en mi pastel, devorándole sin ninguna compasión, pensando en que después tendría que ir directa al baño a expulsar todo lo que había ingerido. Aún no había terminado de comerme aquel pastel y ya me sentía culpable de haberlo hecho, aún así no iba a dejar de comer por nada del mundo, pues estaba realmente delicioso, además, si no tardaba mucho en ir al baño aquello no se vería afectado en mi cuerpo y seguiría igual de delgada que siempre, en mi linea.
Estaba concentrada en aquel pastel y en mis pensamientos bulímicos que ni si quiera me di cuenta de que no era la única que se encontraba en aquel bar y seguí comiendo de forma compulsiva, pensando que nadie podría verme, ya que sinceramente si supiera que alguien había entrado pararía inmediatamente de comer, me daba mucha vergüenza que me vieran de aquella forma, además, seguramente si me vieran de aquella guisa y ataban unos cuantos cabos como lo delgada que estaba, seguramente se dieran cuenta de mis problemas alimenticios, y eso no me convenía en absoluto.
Solté el pastel rápidamente y paré de comer súbitamente al escuchar una voz que se me hacía bastante familiar. Cogí una servilleta y me limpié la boca rapidez, sin darme cuenta de que no solo tenía los labios manchados, si no que también tenía los mofletes y la nariz marrón del chocolate, ya que había comido como una energúmena. Me giré para ver de quien se trataba y alcé una ceja al ver que se trataba de Hye Min Ah, una chica de Hufflepuff. Me levanté de donde estaba y me acerqué hasta ella** ¿Qué haces aquí? **Pregunté algo confusa, aunque en realidad ella me podría preguntar lo mismo a mí, pero yo había sido la primera en preguntar, me había adelantado** ¿No deberías de estar durmiendo? **Volví a preguntar algo nerviosa de que me hubiera visto comiendo**

**Sonreí de lado al mismo tiempo que asentía levemente con la cabeza al escuchar el primer comentario de aquella Hufflepuff. Después escuché las siguientes contestaciones, aún sin darme cuenta de que seguía manchada y al escuchar su siguiente pregunta me encogí levemente de hombros** Bueno, supongo que yo tampoco pude dormir bien **Contesté cogiendo nuevamente mi pastel para darle un nuevo bocado, esta vez algo más moderado que las anteriores veces, pues no quería llamar la atención como seguramente ya lo había hecho anteriormente sin ni si quiera darme cuenta.
La verdad es que ni si quiera sabía por qué le había preguntado esas cosas a la chica, pues ni si quiera me interesaba, normalmente no preocupaba por nadie que no fuera yo misma, por eso no sabía que cable se me había cruzado para hacerle esas clases de pregunta, pero bueno, el caso es que ya estaba hecho y no podía hacer nada para cambiarlo. Sonreí de lado y miré nuevamente a la chica** Como se den cuenta de que no estamos en el castillo pensarán que hemos escapado juntas **Comenté mientras le daba un sorbo a mi café, lo cierto es que no sé que me pasaba aquella mañana, me había levantado habladora y eso era muy raro en mí**

Off: Perdón por la tardanza y lo corto, me pilló en un momento sin inspiración -.-

**Escuché la primera pregunta de la chica y me encogí de hombros mirándole, al mismo tiempo que me acercaba un poco a ella, esperando que no le molestase, pero no quería estar hablando a gritos y que todo el mundo se enterase de nuestra conversación, que aunque no fuera muy fluida era una conversación al fin y al cabo** No, no tengo ningún problema, simplemente que últimamente me cuesta mucho coger el sueño **Contesté mirándole, lo cierto es que no había sido muy sincera del todo, pues parte del problema de que no pudiera dormir la tenía mi enfermedad, la cual no dejaba de rondar por mi cabeza y la cual cada vez estaba haciendo más mella en mi salud, impidiéndome hacer cosas que antes hacía con total comodidad y casi sin darme ni cuenta. Lo cierto es que me sorprendía que yo fuera la que le estuviera dando conversación a aquella chica, pero supongo que tanta soledad no era buena y tenía que desahogarme con alguien, aunque no fuera contando mis problemas, simplemente hablando así porque sí** ¿Tú tienes algún problema que te impida dormir? **Le devolví la pregunta mirándole con algo de curiosidad. Lo cierto es que no solía interesarme por los demás, pero aquella chica parecía una persona bastante maja, además, ella se había interesado por mí cuando no había tenido la obligación de hacerlo, así que eso me hacía sentir la necesidad de ser yo igual a ella.
Escuché la contestación de la chica ante mi siguiente comentario y asentí levemente con la cabeza** Sí, supongo que tienes razón, pero es que el castillo es tan aburrido que dan ganas de escaparse una y mil veces **Comenté para después volver a darle un bocado a mi pastel. Lo cierto es que no sabía porque estaba hoy tan habladora, seguramente aquella chica estaría pensando que era una pesada y que si no tenía nada mejor que hacer, pero la verdad es que era que no, no tenía nada mejor que hacer que charlar con ella, pero aún así deje de hacerle preguntas sin sentido y de decir comentarios idiotas, pues a mí me molestaba cuando hacían eso los demás conmigo y yo no quería molestarla a ella, así que mejor me quedaba calladita**