¡Quítate de mi camino! {Paquitrovic}

Alcé mi brazo a la par que me remangaba la túnica para dejar ver el reloj que llevaba, observando que quedaban escasos minutos, a lo sumo cinco, para que empezara la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Estaba prácticamente al lado, así que realmente no me apuré a la hora de dar un salto, bajándome de la cornisa de aquella ventana para dirigirme hacia la clase en cuestión. Supuse que, al igual que yo, bastantes alumnos habían tenido una hora libre entre clase y clase, horas libres que me mataban porque nunca sabía con qué entretenerme. Aquella ocasión no había sido diferente, me había dedicado a merodear por los pasillos hasta terminar sentado para ver a la gente pasar, jugando con mi sombrero para distraerme más. Esperando que los minutos pasaran volando y que la hora, a la velocidad de la magia. Empecé a silbar mientras esquivaba alumnos, sin dificultad alguna a la hora de hacerlo, mientras entretenido hacia que mi sombrero diera vueltas en su eje sobre la yema de mi dedo índice. Fue entonces, sin saber por qué, que fui consciente de que me falta un peso. Mi mochila. Había dejado mi mochila. Dejé de darle vueltas al sombrero y lo agarré con la mano, mirando a la puerta de la clase. Aún estaba abierta, quizás si corría..

Me di la vuelta y con un impulso empecé a correr hacia el lugar en el que me encontraba antes, sorteando a las personas con una mayor dificultad comparado con hacía escasos segundos. Fue cuando quise esquivar a un alumno de Slytherin que iba en dirección contraria a la mía, que se me vino encima otro alumno con el que choqué directamente, haciéndome retroceder varios pasos desafiando a la ley de la gravedad pero, finalmente, sin llegar a caerme. Levanté la mirada para ver con quien me había tropezado, y fue entonces cuando vi a Andrómeda en el suelo regalándome un par de insultos sin siquiera mirarme. Tenía la sensación de que si me hubiera mirado, me hubiera dedicado un par más. Alcé una ceja - ¿En el suelo ante mí? Vaya, tenemos un mal concepto de quien es el perro por aquí - Ironicé son una gran sonrisa mientras la miraba. Sin embargo, mi sonrisa se esfumó cuando dijo que ya se había perdido la clase. Miré hacia detrás y vi la puerta cerrada. Joder - Ya somos dos.. - Murmuré, no por informarla, sino más bien una reflexión para mí mismo. Fruncí el ceño rápidamente al ver mi sombrero en el suelo, expuesto a las pisabas de los demás, y empujé a un alumno por el hombro cuando iba a hacer lo propio - Eh.. - Le dije, sencillamente, fulminándolo con la mirada, y seguidamente me agaché para coger el sombrero. Lo sacudí, quitándole lo sucio.

- Te he hecho un favor - Le dije, sin mirarla, atento a mi sombrero, que terminé poniéndome nuevamente sobre la cabeza. Fue entonces cuando volví a mirarla, con una sonrisa. Estaba recogiendo sus cosas. No pensaba ayudarla.