Dulces en Honeydukes {Corine L.}

por **Afrodite P. Schiz** Mar Dic 27, 2011 1:31 am

Aquella mañana, Charlotte le había pedido que la acompañara a entrenar un rato al campo de Quidditch, pero a Afrodite le había dado una enorme pereza montar en su escoba, con el frío que estaba haciendo. Así que preferió ir hacia Hogsmeade; y buscar algo qué hacer por ahí.

Se encaminó hasta Honeydukes, que era la tienda más cercana a la entrada del pueblo. No quería sufrir de hipotermia, así que entró apresurada y cuando lo hizó, se tranquilizó. El ambiente estaba bastante cálido en el lugar, así que comenzó a recorrer las vitrinas de dulces y mas dulces, con ancias.

Con parsimonia, escogió varios dulces de leche, café, coco y fresa. La bolsa estaba semi llena cuando lo llevó al mostrador, y el Sr. encargado le sonrió y empezó a pesar cada dulce en la balanza. Así que, mientras tanto, fue a buscar algunas paletas y demases. Tenía que llevarle chocolates a su amiga para que la perdonara el haberla abandonado en el campo, sola.

- Me pesa esto también, por favor -Pidió Afrodite con algo de petulancia en la voz, y colocó en la balanza, los nuevos dulces. Entonces, la campanita que anunciaba una nueva llegada, sonó.

El largo cabello de Afrodite, ondeó cuando giró su vista, para darse cuenta que era Corine; una Slytherin con la cual no había hablo casi nunca, debido a que la chica era bastante reservada. Aún así, sabía su nombre pues se la pasaba con Potter menor; y Afrodite detestaba al chico. Debía saber el nombre de cada uno de sus enemigos, claro está. Lo curioso es que, esta vez, iba sola. Algo que no la caracterizaba, pues siempre estaba rondando Potter por ahí; pero... Siempre hay una primera vez. Y mejor. Al menos su visita a Hogsmeade, no se iba a dañar.

por Invitado Mar Dic 27, 2011 3:18 am

Aquella mañana abrí mis ojos y me sorprendió al ver a mi gato encima de mi cara. Detestaba que hiciera eso, me parecía un acto inapropiado, pero el que podía saber, era una de las pocas personas que apreciaba, además de mí. Me levante, y me prepare, no sabía qué hacer ese día libre, sería una pena quedarse terminando deberes ya sea en la Sala Común, biblioteca, o en el jardín; Días atrás nos habían comentado de una salida a Hogsmeade, dudaba de ir allí, pero que otra cosa podía para hacer. Saque al gato de arriba mío y lo acomode arriba de mi cama. Los ronroneos de sus gatito le parecieron muy cariñosos, es una de sus debilidades.

Me vestí, y duche, estaba lista para comenzar el día, no importo que mis compañeras de habitación seguían durmiendo, excepto una de ellas parecía no estar en su cama, tenían entrenamiento de Quidditch, lo había escuchado en un comentario el día anterior. Pero no importaba demasiado. No me interesaba, lo único que esperaba de este año era que Slytherin ganara la copa de casa. Haría todo lo posible para que la ganaran, pero el Quidditch ella sabía que era una de las cosas en donde no se destaca para nada, pero me cuesta admitir mis defectos.

Salí de Hogwarts, sola como siempre solía hacer, no era de menos, ya que me molestaba ir a acompañada a Hogsmeade, simplemente por la razón de que no era lo mío hacer amistades, es lo que menos me importaba, simplemente se me hacia mas difícil que montar una escoba, o tal vez… bueno la verdad era que no importaba ninguna de las dos cosas, me conformaba estando conmigo misma.

Al llegar a mi destino, decidí entrar primero a una tienda de dulces, el chocolate era una de mis debilidades, y era lo que más me apetecía en estos momentos. Entre al lugar había un par de personas comprando, entre ellas una que me llamo mucho la atención, era una chica de Slytherin, prácticamente la reyna o como la solían llamar algunas personas. No tuve nunca una comunicación con ella que me acuerde, si lo hizo me parecía algo extraño. La mire, y me acerque lentamente hacia ella. No pensaba en hablarle, ni nada aunque era preferible que ella llamara la atención primero. Decidí mientras pasaba mi vista a las ranas de chocolate que se encontraban en el mostrador, quizá compraría una de esas.

por **Afrodite P. Schiz** Miér Dic 28, 2011 5:17 pm

La chica se había acercado a Afrodite, sin mediar palabras. Tampoco es como si a la chica le importase. Compraría sus dulces con tranquilidad, y simplemente se iría con su elegancia, al castillo. El frío de afuera, le estaba entumeciendo sus huesos. No le patecía para nada estar mucho tiempo afuera.

El encargado de la tienda, le trajo a la muchacha su pedido, en una bolsa digna de Honeydukes. Agradeció aquello con la mirada, y rebuscó en su bolso, buscando su monedero, pasa sacar el dinero y así pagar su consumo. Pero al poner el bolso en el mostrador, miró las Ranas de Chocolate que había en él. Su boca se abrió. Las había estado buscando por un tiempo, pero no había encontrado en ningún lugar. Al parecer estaban agotadas, o algo así.

- También quiero diez Ranas de Chocolate -Pidió como estúpida. Amaba el chocolate, y eso era más que evidente, y bien sabido. Era como su droga personal. No podía parar de comer chocolate nunca. No se empalagaba, y eso era lo mejor de todo. Al pedir tantas, le alcanzaría hasta que volviera a Hogsmeade nuevamente, por más Ranas de Chocolate. Esas de seguro le alcanzarían una semana, cuando mucho.

Afrodite sonrió en cuanto el señor sacó su pedido, y lo metió junto con las demás cosas, en la bolsa. Pagó sonriendo, y destapó con cuidado de no dañar la chapa que traía la envoltura del dulce; para así comer su primera Ranita. Guardó con cuidado los dulces en su bolsa, y se giró para caminar hasta la puerta del locar e irse; pero luego se dio cuenta de que Corine seguía allí, a su lado. Sonrió de lado, y decidió saludar, para no quedar como mal educada.

- Hola, Corine ¿Qué tal? -Parecía mentira que la chica se sabía todos los nombres de sus compañeros, pero era más que evidente que debía saberlos. Era prefecta, y casi por accidente se había tenido que aprender los nombres de, al menos, todos los estudiantes de séptimo curso, que -según McGonagall- eran los más problemáticos.

por Invitado Lun Ene 02, 2012 5:48 pm

Me acerque precisamente en donde estaba una chica que se me hacia conocida, bueno como no la iba a conocer si al acercarme me di cuenta que era Afrodite, una de las prefectas de Slytherin, era muy popular en su grupo. Recordaba haber tenido una conversación con ella, pero muy pocas veces. No suelo de hablar muchas cosas con las personas que recién conocía.

Desde que llegue al local había decidido comprar ranas de chocolate, y resulta la casualidad que en donde estaban las estanterías con las ranas de chocolate estaban justo en frente de mi. Pero estaban del orto lado así que había que exclamarle al vendedor que alcance lo pedido. Estaba pensando en comprar muchos de ellas, porque solo pensaba comprar dulces con chocolate, luego lo otro no me llamaba mucho la atención.

Después de que la chica que estaba a mi lado le entregaron su pedido. Iba a esperar a que se valla para pedir el mío, pero después recordé que tal vez sería más apropiado saludar. Al pensar esto, abrí mi boca. Pero no logre decir ninguna palabra ya que mi compañera de casa se apresuro a saludar.

Sabia muy bien que conocía mi nombre ya que era la prefecta de Slytherin, se conocía casi el nombre de todas los estudiantes, no sabía si también los nombres de los de la otra casa. Seguramente, de todas formas no era muy interesante saber o no si conocía los demás estudiantes.

-Hola Afrodite- Salude, decidida, mientras me preparaba al mostrador, para ver que podía comprar con los galeones que tenía a mano en ese momento. – Yo bien, y tú, ¿cómo has estado?- Pregunte, mientras me decía con que comprar, compraría más que nada ranas de chocolate, o algo por el estilo.

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