No deberíamos estar aquí, vale... ¿y qué? [Alex y Caireen]

Molaba volver a Hogwarts después de las vacaciones sólo por las escapadas nocturnas. La vida en el castillo podía llegar a ser tediosa entre clases, deberes, clases, exámenes, clases, entrenamientos de Quidditch...Ah sí, y clases. Llevábamos un mes y todavía no nos había dado por escaparnos a hacer alguna tontería. Hasta esa noche, reservada exclusivamente para colarnos en el bosque prohibido y explorar un poco. Particularmente a mí me daban algo de asco las acromántulas, y los centauros me imponían respeto, pero mientras no pisáramos sus límites todo iría bien. Con esa intención salimos del castillo rozando las primeras horas de la madrugada. Caminamos en silencio hasta conseguir salir del castillo, y luego echamos a correr hacia el bosque prohibido.
Éramos incorregibles, sí, en séptimo año y todavía seguíamos viendo muy divertido infringir alguna que otra norma. Llegamos a los límites del bosque prohibido y me quedé mirando a Alex, con aire divertido -Aquí estamos, una vez más- dije encogiéndome de hombros. Saqué mi varita, ya que siempre era bueno estar en alerta, y cruzando una breve mirada de complicidad con Alex nos adentramos en el bosque.