Perdido en los pasillos {Libre}

Tras haber salido a hacer mi habitual redada de por la noche no se me ocurrió otra cosa que ir a los inmensos pasillos que se encontraban en las mazmorras de Hogwarts algo que remédiate mente se trataba de una locura sabiendo en que alguno de aquellos pasillos podían contener ciertos sitios en los que las antorchas no iluminaban bien o directamente es que se encontraban apagadas, algo que dificultaba enormemente el poder pasar.

Estuve caminando hasta que finalmente caí en la trampa del pasillo oscuro, aquellos pasillos solo eran a menudo transitados por otros perfectos de otras casas pero aquella noche me había tocado a mí el turno, algo que debí de declinar por ir al lago. Pero al parecer no tenía otra alternativa, finalmente saqué mi varita notando como alguien se acercaba a mi posición por los pasos que comenzaba a notar cerca de mi y que a lo lejos se podía divisar la extraña figura de alguien, la varita me temblaba entonces me di cuenta de que se trataba mi mano la que no se encontraba quieta en aquellos instantes de misterio lo llevaba demasiado mal como para poder sobrevivir, mi corazón a menudo solía agradecérmelo con alguno de sus típicos pinchazos.

Parecía la misma escena en la que siempre me solía pasar cada vez que oía un ruido en casa cuando estaba a solas y tal vez me había quedado viendo la televisión. Esperaba la voz de alguien mientras intentaba acordarme del hechizo para la luz pues sino la cosa sería más complicada si seguía sin ver en la oscuridad.

-¡¡Lumos!!
La varita se iluminó y vi que al parecer se había escondido de mi la persona que hasta hacía unos segundos se encontraba tan solo a unos pasos de acercarse donde me encontraba, algo que no me gustaba como prefecto era eso, el intentar encontrar al causante de todo aquello y ver quien no estaba en su cama a aquella hora, demasiados sobornos había visto ya en mi cargo de prefecto a otros prefectos cuando estos habían aceptado las condiciones. Hogwarts aún estaba lleno de corruptos que con tal de que su vida no peligrará aceptaban aquello que le propusiesen, muchos habían caído a la propia tentación de aquel que se hacía llamar nuevo Lord algo que me daba bastante asco…

Salí de mi escondite detrás de una de las armaduras que adornaban el pasillo con las manos en alto al ver que solo se trataba de un chico ravenclaw, lo supe por el color de los bordes de su túnica, mierda lo mas seguro era que se tratara de un prefecto y yo estuviera ahora en problemas gracias a causas ajenas.

-Hey hey, tranquilo no estoy haciendo nada malo -Dije mientras me aproximaba a el. La verdad era que me encontraba ahí gracias al tarado de mi hermano que había decidido salir por la noche a merodear el castillo, últimamente el y sus amigos se traían algo entre manos y no me gustaba para nada, los había visto con anterioridad conversar con ese tipo Albus Potter y todos sabíamos que no tenia nada de intensiones buenas por mas que se empeñaran en ocultarlo.

La verdad no me importaba que clase de planes malévolos o lo que sea se traían, lo que en verdad me molestaba era que metieran a Matt en todo eso. Sabia que no era su padre para decirle lo que debía hacer pero en verdad me sentía mal por el, antes no se comportaba de esa manera tan arrogante y estúpida, debía impedir a toda costa que hiciera alguna estupidez intentando sorprender a ese nuevo grupo de según ellos "mortifagos", para mi solo eran un grupo de niños jugando a ser tipos malos como los de la época del señor obscuro.

-A ver, se que no va a ser fácil que me lo creas pero te juro que en verdad no hacia nada malo -Dije sin soltar mi varita aunque mateniendola en alto, no sabia si en verdad el era un prefecto o andaba por ahí también siguiendo a esa bola de idiotas.